Comenzamos con una pregunta simple
En 2012, mientras trabajaba como analista en una consultoría tradicional, me di cuenta de algo frustrante. Las empresas recibían informes financieros llenos de gráficos bonitos y números, pero seguían sin saber qué hacer con esa información.
Los propietarios de negocios me decían: "Los datos están ahí, pero no entiendo qué significan realmente para mi empresa". Esa desconexión entre la información y la acción fue lo que me motivó a crear dexalorian.
Decidimos hacer las cosas diferente. En lugar de simplemente presentar datos, nos enfocamos en traducir esos números a un lenguaje que cualquier empresario pudiera entender y aplicar.